de Brevis y para Bertina: L'Escargot
L’ESCARGOT a Boris Vian, a Claude Chabrol, al Cine. y a Bertina Dulbecco. Nota del narrador: esta historia me la contó, entre vino y vino, un caracol. Tal como todos sabemos, los caracoles se expresan en francés, idioma que manejo poco y nada. Y son bastante noveleros. Sin embargo le creí hasta la última coma. Por razones narrativas lo traje a primera persona, y espero que sepan disculpar cualquier digresión de mi parte ante aquello que debo inevitablemente solo interpretar. Una mañana de primavera, despertando de mi hibernación, veo a mis amigas lombrices aireando la tierra y saludando con un “¡Buenos días!: parece que al fin despertamos”. Las lombrices son ciegas, sordas y mudas, por eso siempre están de buen humor y son muy sagaces en sus comentarios. Mientras me asomo a mi casa (que, contrario a lo que todos piensan, no es una copia de la sucesión de Fibonacci, ya que para 1.202 mi casta largamente había habitado esta tierra y hasta fuimos ––modestia aparte–– inspiradores del...